Ximo Puig dispara su salario en plena crisis: ya cobra 10.000 € más que el último presidente del PP
Los presupuestos de la Generalitat de Puig crecen un 1,7% a costa de recaudar un 15% más en impuestos
Puig gastará más en pagar los intereses de la deuda que en los objetivos de 11 de sus 12 consejerías
El PP augura «más deuda e impuestos» a los valencianos con los «electoralistas» presupuestos de Puig
El presidente de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, ha disparado su salario con los Presupuestos elaborados por su Ejecutivo autonómico para el próximo año 2023: cobrará 10.000 euros más de lo que percibía Alberto Fabra, el último presidente del PP en la autonomía, que dejó el cargo tras las elecciones de 2015. Si Fabra tenía un salario en aquel año de 67.615 euros al año, el de Puig será de 77.843 euros en 2023. Con esas cifras, el incremento medio salarial de Puig desde entonces supera los 1.270 euros anuales, si bien no de modo lineal.
El incremento salarial del 4% que el presidente de la Generalitat Valenciana y sus consejeros se aplicarán en 2023 será el mismo que el del presidente del Gobierno de España, el también socialista Pedro Sánchez ,y sus ministros prevén para el próximo ejercicio. Una subida salarial que está siendo ampliamente criticada en uno y otro caso, porque se produce en plena crisis, con la inflación y los precios disparados.
La subida del 4% de Sánchez y sus ministros ha sido asimilada, además, por otro presidente autonómico. Este es el caso del de Extremadura. El también socialista Guillermo Fernández-Vara ha incrementado el sueldo propio y el de sus consejeros en un 4% para 2023, según publicó OKDIARIO el pasado 20 de octubre. Con la diferencia de que Vara tiene nueve consejeros, mientras Puig cuenta con 12 en la Generalitat Valenciana. Tres más.
Se da la circunstancia, además, de que mientras Puig y sus consejeros han previsto ese incremento del 4%, que supondrá una subida de la nómina anual del presidente valenciano estimada en 3.000 euros, la rebaja fiscal que él mismo ha pilotado apenas descarga a los valencianos de pagar 111 euros menos al año según ha sostenido la portavoz de Ciudadanos, Ruth Merino. Otro aspecto que ha enervado tanto a la calle como a la oposición. Además, según el PP dijo en su día, esa reforma fiscal apenas supondrá un ahorro de 2 euros al mes a una familia numerosa valenciana.
Puig y sus consejeros ya se incrementaron un 2% el sueldo en los Presupuestos para este 2022. Aquella subida fue ampliamente criticada por la oposición y dio pie a un episodio muy comentado. Sucedió cuando en una Comisión de Economía celebrada en noviembre de 2021 -hace ahora un año- la diputada de Vox Llanos Massó espetó al entonces consejero Vicent Soler: «Felicite a Puig por su subida de sueldo», para agregar: «Seguro que todos los valencianos y especialmente los que están en paro, siguen en Erte o han tenido que cerrar sus negocios se alegran mucho por ustedes».
Evolución
En cifras, la evolución del sueldo del presidente valenciano ha sido la siguiente: cuando llegó, en 2015, el sueldo era exactamente el mismo que el de su predecesor, el popular Alberto Fabra. Por tanto, 67.615 euros anuales. En 2016, se aplicó una subida del 1%, para pasar a cobrar 68.292 euros. En 2020, la subida fue también la misma que se aplicó el Gobierno de España en diciembre de aquel año con efecto retroactivo a 1 de enero: un 2%, a lo que más tarde se agregó el 0,9% de 2021. El sueldo de Ximo Puig estaba en 71.937 euros, que en este 2022 se elevó un poco más: hasta los 74.843 euros distribuidos en 12 pagas, que ahora se incrementan unos 3.000 euros más con la subida del 4%. Con esta última subida, su sueldo alcanzará, desde el próximo 1 de enero, los 77.843 euros. Por tanto, más de 10.000 euros por encima del sueldo de su predecesor en el cargo, como se ha dicho, el popular Alberto Fabra.
Todo ello, en un contexto generalizado de crisis en el que la Generalitat Valenciana lleva ingresados a consecuencia del alza de precios y la inflación 1.800 millones de euros más y en el que la propia deuda autonómica está desbocada. A finales del segundo trimestre de este año, esa deuda autonómica alcanzaba los 54.260 millones de euros, lo que supone más de 14.000 millones de los que marcaba en 2015 ese mismo indicador: 42.003 millones de euros.